Caracas, 5/10/2010
Al entrar en la sala donde se dictaría la capacitación sobre VIH/Sida, las caras de los jóvenes –entre 10 y 17 años de edad– dejaban ver la incertidumbre y el temor por lo que encontrarían en el lugar. Hablaban entre ellos. Se preguntaban ¿de qué se tratará esta actividad? ¿por qué será que mi papá me dejó aquí? Poco a poco las caras largas se transformaron en alegría.
El programa conjunto Onusida en asociación con el Grupo de Orientación Sexual (GOS), condujo los dos talleres ya realizados para los hijos de los funcionarios del Sistema de las Naciones Unidas. Cinco jóvenes y una instructora guiaron el conocimiento de los muchachos presentes en torno al VIH/Sida. Aimara Madriz, la especialista y guía del grupo, aseguró que las enfermedades de transmisión sexual son conocidas por los muchachos y que con este tipo de encuentros sólo pretenden refrescar sus conocimientos y corregir otros tantos que no están tan claros. Además de la teoría, los participantes tuvieron la oportunidad de exponer sus conocimientos sobre el VIH/Sida, definieron cómo se contagia y cómo no se contagia y conversaron sobre las diferentes enfermedades de transmisión sexual. A través de una dinámica, aprendieron cuál es el uso correcto del condón, cómo se coloca y cómo se retira. Por medio de un juego, descubrieron también que las enfermedades de transmisión sexual curables y no curables pueden transmitirse tan sólo con un descuido.
Por ello, entre las conclusiones que extrajeron los muchachos estuvo que la presión social no puede ser un elemento que acelere la actividad sexual. "Todo tiene que pasar a su momento", comentó uno de ellos.
Los resultados se midieron a simple vista por los comentarios de los niños, quienes agradecieron a sus padres haberlos hecho partícipes del taller. Incluso, hay casos en que participaron en las dos ocasiones. Por el éxito de la actividad están previstas hacer nuevas ediciones.
De esa manera, se darán herramientas a los jóvenes para que conozcan más sobre el VIH/Sida y las enfermedades de transmisión sexual y de esa forma, puedan difundir la información a sus compañeros.
Por Patricia Clarembaux
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